viernes, 8 de abril de 2022

 EL ALGORITMO DEL TIEMPO

Ya se puede decir..."Antiguamente" ,el hacer tomas fotográficas era consecuencia de una excusa previa, un viaje, un evento, un reportaje, etc. Se limpiaba el lente, para el caso de profesionales, el uso de líquidos y paños especiales, para el caso doméstico, un ahjj de aliento empañando el lente y el pañuelo o tela eventual, sin descartar el papel higiénico, tan polivalente.
Se abría, la tapa trasera, se buscaba un lugar donde la luz no destrozara el negativo, se enganchaba en los dientes de engranaje, perdíamos algunos fotogramas de inicio, los optimistas, apenas uno, los pesimistas, pasaban el carrete varias veces para asegurarse que todo estaba listo para disparar.
Cuando se daba la oportunidad de obtener un buen resultado, mirábamos que el diafragma coincidiera con la velocidad adecuada, al efecto de que no se dieran un exceso, o una carencia y por supuesto, resultaba fundamental medir la distancia al objetivo.
Aunque los últimos modelos analógicos traían la opción Automática y todo se podía hacer mas rapidito, no por ello había que dejar de tener mucho recaudo al extraer el carrete, verificando que el negativo quedara bien guardado.
Lo demás, era llevar a revelar y esperar unos días, aunque tiempo después se puso de moda el revelado en una hora.
Llegaba el esperado momento de recibir el sobre, que en algunos casos, diferenciaba, las fotos que habían salido bien, respecto de las que estaban, o demasiado movidas, demasiado luminosas, o contrariamente, oscuras, o desenfocadas. Primero, una vista rápida en el sitio de revelado, para luego, una observación, generalmente co-generacional. Su último uso, pues, para eso, cuestión del paso de varios años en que uno podía evaluar contrastes. Eso generaba una reflexión muy compartida: que los viejos tiempos eran mejores. O porque había menos estrés, o porque el metabolismo y las carnes tenían otras resistencias, pero, la comparativa siempre del lado del tiempo que se fue a lo largo del almanaque.
En tiempos actuales, no vas a sacar fotos, las fotos te sacan a ti porque están todo el tiempo pegado a tu alma, incluso en la mesa de luz, en el baño y en las manos libres.
Basta poner un dedo en la pantalla y al instante la imagen viajo, hasta si fuera necesario, a la Estación Espacial Internacional.
Nada de preparaciones previas, ni de cuidados en la manipulación. La inteligencia artificial permite adivinar cuando te ríes y paso seguido, ya tienes la imagen capturada de tu actual felicidad. Pero ojo, la inteligencia artificial, llega , hasta ahí, pero, le falta poco para saber si estas fingiendo.
Según estudios realizados, sólo el 3% imprime las fotos, siendo el destino, o un pen drive, un hard disk, o una nube que seguro, 30 años después, cuando quieras mostrar a tus nietos lo que era un tiempo mejor, pueda que sea a través de la telepatía.
En concreto, la vida se está transformando en un caldo deshidratado, podrá tener un sabor parecido y que mas da, si total vivimos en fast food, y en touch & go.
Recuerdo que a mis primeros relojes, había que darle cuerda, una especie de caricia al tiempo, en que unos pocos minutos, bastaban para darle cuerda a cada día.
Puede ser una imagen de cámara
Analau Blejer